Museo - Aula Bodega
Presenta cuatro salas perfectamente identificadas:
1.- Vida de las bodegas / 2.- Lagar de Viga / 3.- Vino y sus útiles / 4.- Lagar de prensa
Las primeras bodegas se empiezan a construir en Mucientes en el siglo XIV debajo de las casas. Su finalidad era la de almacenar alimentos, que se conservaban mejor debido a las bajas temperaturas del interior.
En el siglo XVI la Corte estuvo en numerosas ocasiones en Valladolid, lo que hace que aumente la demanda de vino y empiezan a construirse las primeras bodegas en los pueblos cercanos a la ciudad, cuya función ya era exclusivamente la de elaborar vino.
En Mucientes estas bodegas se sacaron del recinto amurallado del pueblo y se concentran en las zonas de bodegas que conocemos en la actualidad, el Cuarto de San Antón o San Miguel y el Cuarto de San Pedro.
La BODEGA AULA DE INTERPRETACIÓN DE MUCIENTES es realmente un museo, que forma parte de la Asociación de Museos del Vino de España desde el año 2007.
Construido en dos auténticas bodegas subterráneas del siglo XVI. Su principal fin es conservar y difundir la memoria de un hábitat físico y humano que durante cuatro siglos fue esencial en la vida tanto de Mucientes como de su comarca.
De las bodegas se conservan los elementos y enseres originales, con un discurso expositivo que no se articula alrededor de los contenidos, sino del continente: la caverna.
Presenta cuatro salas perfectamente identificadas:
1.- Vida de las bodegas / 2.- Lagar de Viga / 3.- Vino y sus útiles / 4.- Lagar de prensa
Las primeras bodegas se empiezan a construir en Mucientes en el siglo XIV debajo de las casas. Su finalidad era la de almacenar alimentos, que se conservaban mejor debido a las bajas temperaturas del interior.
En el siglo XVI la Corte estuvo en numerosas ocasiones en Valladolid, lo que hace que aumente la demanda de vino y empiezan a construirse las primeras bodegas en los pueblos cercanos a la ciudad, cuya función ya era exclusivamente la de elaborar vino.
En Mucientes estas bodegas se sacaron del recinto amurallado del pueblo y se concentran en las zonas de bodegas que conocemos en la actualidad, el Cuarto de San Antón o San Miguel y el Cuarto de San Pedro.
La BODEGA AULA DE INTERPRETACIÓN DE MUCIENTES es realmente un museo, que forma parte de la Asociación de Museos del Vino de España desde el año 2007.
Construido en dos auténticas bodegas subterráneas del siglo XVI. Su principal fin es conservar y difundir la memoria de un hábitat físico y humano que durante cuatro siglos fue esencial en la vida tanto de Mucientes como de su comarca.
De las bodegas se conservan los elementos y enseres originales, con un discurso expositivo que no se articula alrededor de los contenidos, sino del continente: la caverna.
A 10 metros de profundidad, el visitante conocerá cómo es una bodega tipo con sus instrumentos, su evolución histórica, el paso a paso de la elaboración tradicional del vino, el uso de máquinas centenarias, el trabajo de los hombres en este ámbito y un saber hacer, expresión de una cultura transmitida de generación en generación.
Construcción de la bodega
Lo primero que hacían era elegir un lugar elevado, para que el agua de lluvia resbale y no profundice. Toda la tierra que se saca del interior, se echa por encima, agrandando de forma artificial el terreno sobre el cual se asienta la bodega.
Como todo el nivel del terreno se va a elevar, colocan la puerta como mínimo medio metro por encima del nivel original del suelo, reforzando la entrada con mampostería.
El segundo paso es hacer las cerceras y los echaderos, reforzándoles también en la boca con piedra.
Por último, trazan una guía longitudinal, en lo que va a ser el techo de la nave de la bodega. A partir de ahí, empiezan a excavar hacia abajo, abriéndose hueco y haciendo toda la nave de la bodega. Los hombres trabajaban haciendo la bodega los días que no tenían labores que hacer en el campo, normalmente en invierno o los días de lluvia.
La Bodega
El Cuarto de San Pedro es el barrio de bodegas subterráneas donde se ubica el aula, documentado desde 1528 lo que hace suponer que el inicio de su construcción es anterior al siglo XVI.
En este barrio casi todas las bodegas cuentan con un lagar. Lo normal es que los lagares, espacios donde se prensa la uva, se sitúen en la superficie del terreno. En Mucientes lagares están bajo tierra y para introducir la uva, lo hacen a través de los echaderos, unas pequeñas puertas en el exterior, que comunican directamente con la cocedera, en el interior de la bodega.
En la cocedera se almacena la uva hasta tener la cantidad suficiente para hacer el pie. Como las uvas están muy maduras, con el golpe al caer, sumado a la propia presión de unas sobre otras, van soltando mosto.
Ese primer mosto al entrar en contacto con las levaduras inicia la fermentación. A la fermentación se le ha dado siempre el nombre de cocer o hervir el vino por el dióxido de carbono que se desprende que, al ser un gas, hace un burbujeo como si realmente estuviera cociendo o hirviendo el vino, como aquí empezaba el vino a cocer, por eso a este espacio se le llama cocedera.
El suelo de la cocedera está inclinado, para permitir que el mosto vaya escurriendo y a través del bocín cae el mosto a la pila que se encuentra al otro lado.
Una vez se tiene la cantidad de uvas suficiente, se sacan de la cocedera y se hace el pie en el lagar. Sobre este pie se colocan los guarderones (tablas de madera) y sobre ellas los marranos (vigas que se colocan encima). El último marrano tiene la forma redondeada de la viga y llamada cama, que es la que va a distribuir la presión de forma uniforme a todo el castillo (conjunto de maderas).
El mosto escurre por el bocín hacia la pila. En la boca del bocín se colocaba un covanillo, que es un cesto pequeño de mimbre que hacía las veces de colador para impedir que cayeran al mosto de la pila restos de hollejos, hojas, etc.
El pozo es un elemento muy importante dentro de la bodega para facilitar la limpieza de la bodega y de todos los utensilios.
Otras partes de la bodega:
La sisa es la nave donde se fermenta o guarda el vino. En principio se fermentaba el mosto en cubas de madera y a partir de los años 40 del siglo XX se empiezan a utilizar tinos, depósitos construidos de materiales menos porosos, ladrillo, yeso o cemento.
Cada depósito cuenta con dos canillas, por la de la parte de arriba se trasegaba el vino y por la de la parte de abajo se sacaban los restos resultantes de la fermentación.
Las cerceras son los respiraderos, las chimeneas que se ven en el exterior, permiten tener una temperatura y humedad estables y la evacuación del tufo, el gas producido durante la fermentación.
Segundo lagar
En este lagar, que estuvo en uso hasta el año 2000, el suelo es de piedra y la viga fue sustituida en los años 30 por una prensa de zarzos.
La pila presenta algunas singularidades como un agujero en el centro donde se colocaba la mortera (cuenco de madera) para recoger hasta la última gota de mosto.
En el lagar podemos ver:
– Bomba de trasegar fabricada en Lyon por los hermanos Marmonier.
– Taza de plata de Mucientes, en la que se probaba el vino. Tiene una inscripción la mandó hacer Juan Mogín y Diego Zalama ánimas de Mucientes. Año de 1824.















Muy interesante esta bodega. La hemos visitado conducidos por Gloria, la guía, que nos lo ha explicado fenomenalmente. ¡Se nota que ama su trabajo! .
Cierto, Rosa. Gloria es una gran profesional y una fantástica persona.